Dentro del ascetismo constructivo de la obra de Hopper el contenido erótico es evidente,
a pesar de la opinión de Robert Hughes sobre la nula relación sexual del matrimonio.
Esta disfunción en las actividades íntimas no se condice con las carnes gozosas
que vemos en las pinturas y con la obsesión del autor de mostrar, durante toda su vida
a su mujer desnuda, mostrándola con la actitud de quién espera a alguien y para eso deja la ventana
abierta, es por todo ello seguro el erotismo subyacente en estas pinturas de Hopper.
En este caso se trata de una obra del año 1961, Jo tenía setenta años y le posó a su marido, el
cual le sacó unos 20 años apelando a la memoria de su deseo sexual. Para poner
en evidencia este trasfondo erótico, El Pequeño Profesor solicitó la intervención
del famoso Instituto de Rayos Catódicos de la Provincia de Buenos Aires.
El análisis mediante rayos catódicos del mapa espectronométrico profundo
dio como resultado la aparición de un ser peludo eróticamente activo, que quedó
encriptado en la composición y que demuestra las verdaderas intenciones del Autor
para con su esposa en plena tercera edad. Intenciones claramente penetrativas.
Análisis: bb
